Médica de la selección femenina de fútbol se pone la camiseta por la salud
Agencia de Noticias - Medellín. La definen su sonrisa, la pasión por el deporte y el amor que siente por la vida. Ana María Betancur tiene 31 años, es médica egresada del CES y especialista en Medicina de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad Pontificia Bolivariana.
Su trayectoria en el mundo del deporte, del que ha sido partícipe desde que tenía 4 años, la llevó a dedicarse a la medicina deportiva, trabajando de la mano de ligas y competencias deportivas, entre las que se destaca la Copa Mundial de Fútbol Femenino que se llevó a cabo en el mes de julio.
El interés de Ana María por el deporte, sobre el que habla con soltura y pasión, se remonta a su niñez, pues desde muy corta edad empezó a participar en diferentes disciplinas deportivas como la gimnasia y el atletismo, llegando, incluso, a representar al país durante su adolescencia, hasta que decidió dedicarse de lleno a la medicina, donde pronto descubriría su pasión por el área deportiva y el estilo de vida.
Conociendo su potencial, y apostándole a una nueva forma para concebir la medicina desde la prevención, buscó especializarse en el conocimiento sobre los diferentes pilares de un estilo de vida saludable, enfocándose principalmente en el deporte y el alto rendimiento, por lo que hizo parte del surgimiento de la Asociación de Medicina del Estilo de Vida de Colombia, entidad sin ánimo de lucro que busca tejer redes profesionales para fomentar el estilo de vida, buscando el entendimiento, la prevención y la atención de las enfermedades, desde su origen.
A su trayectoria, Ana María sumó la participación como médica de la Selección Colombia en la Copa América Femenina 2022, donde el equipo logró quedarse con el puesto de subcampeón. Tan solo un año después, y en uno de los eventos deportivos más destacados de los últimos años, la médica volvió a acompañar a la selección, esta vez, en la Copa Mundial Femenina de la FIFA, realizada en Australia.
“Me sentí muy afortunada de acompañar a ese gran equipo. Son mujeres admirables y me encanta que sean el ejemplo de nuestra juventud (…) esta es una oportunidad que no se le presenta a todo el mundo y fue una experiencia muy buena desde todo punto de vista. Desde el punto de vista persona, profesional y humano. Cada partido es una cosa impresionante, sentir cómo todo el estadio canta el himno nacional, cómo se llena un estadio en Australia de colombianos”, relató Ana.
La disciplina, la entrega y el amor del equipo por su camiseta se vivió en la cancha, en los corazones de la hinchada y en la pasión por hacer de cada partido una fiesta. Ana vivió con orgullo estos logros, de los que también fue parte: “Estoy feliz por todos estos logros. No solo es un equipo, es también la mujer colombiana y el colombiano como público. Allá en el evento decían que no había nada igual a los hinchas de Colombia, ningún equipo cantaba el himno como nosotros. Este mundial dejó claro la pasión de los colombianos por su fútbol y por su cultura y demostró que el fútbol une”.
Por: Yessica Pérez Gómez - Agencia de Noticias UPB
