Unidos por la eliminación de la violencia contra la mujer

Disponible en:Montería30 nov. 2017

Agencia de Noticias UPB - Montería. La violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más persistente y devastadora del mundo. La desigualdad entre los géneros continúa y es importante unir esfuerzos para combatir la discriminación enraizada, que a menudo es consecuencia de actitudes patriarcales y de las normas sociales que estas conllevan, asegura Isnelia Robles Señas, coordinadora del área de Trabajo Social de UPB.

 
Unidos por la eliminación de la violencia contra la mujer

Este año en la conmemoración del Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, la Universidad Pontificia Bolivariana Seccional Montería se unió a la campaña "Ni a mí ni a ninguna",  liderada por cinco organizaciones de Córdoba y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con la cual se busca sensibilizar, prevenir y empoderar a los cordobeses frente al aumento de casos de violencia contra niñas y mujeres. Es importante destacar, que durante lo que va corrido del año 18 mujeres han sido asesinadas en Córdoba en hechos catalogados como feminicidios. 

La decana de la Escuela de Ciencias Sociales y Humanas, Ilse Villamil Benítez, fue invitada a participar en el foro "Ni a mí ni a ninguna" que se realizó este viernes 24 de noviembre en la ciudad de Montería. En ese espacio se destacó las acciones que se adelantan en la academia en materia de investigación para aportar en la prevención de la violencia. En el evento participaron mujeres y hombres de diferentes organizaciones sociales, autoridades y medios de comunicación. Al finalizar el foro se firmó el pacto ciudadano "Ni a mí ni a ninguna".

Desde 1999 la ONU se sumó a la lucha de acabar con el flagelo de la violencia y declaró cada 25 de noviembre Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en honor a las hermanas dominicanas Mirabal, asesinadas el 25 de noviembre de 1960. 

“En pleno siglo XXI, en el año 2017, todavía estamos hablando de mujeres que son violentadas solo por el hecho de ser mujer. ¿Los niños y las mujeres por qué siguen siendo victimizados? Porque se siente vulnerables, se tiene la concepción de que son débiles y el dominador se siente superior sobre la víctima. Tenemos que educar a la humanidad que ningún sexo es superior a otro, cuando eso sea resuelto podremos empezar a hablar de una igualdad y respeto por el otro”, manifiesta la trabajadora social Isnelia Robles Señas.

 
Isnelia Robles Señas, coordinadora del área de Trabajo Social de la UPB Montería

Isnelia Robles Señas, coordinadora del área de Trabajo Social de la UPB Montería

Con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer la ONU invita a llevar a cabo actividades dirigidas a sensibilizar la opinión pública respecto a este problema. La UPB conmemoró la fecha con una actividad realizada por el área de Trabajo Social. 

"Creamos unas postales móviles dirigidas por el artista  William López Durango y denominadas “Lo que los pájaros callan”. La puesta en escena recorrió las oficinas de la Institución para sensibilizar y movilizar a la comunidad bolivariana ante el flagelo que siguen sufriendo las mujeres y que en muchos casos termina en feminicidio", indicó Isnelia Robles.

 
Puesta en escena del performance Lo que los pájaros callan

Puesta en escena del performance Lo que los pájaros callan

 
Puesta en escena del performance Lo que los pájaros callan

El feminicidio es una realidad que, por desgracia, día tras día deja decenas de víctimas en todo el mundo, aumentando cada vez más la preocupación por el riesgo que implica para todas las mujeres.

El maltrato físico y psicológico es una de las primeras señales que deben alertar a la mujer sobre un posible riesgo de convertirse en una víctima más de este atroz crimen. “La violencia emocional a veces es más dura que la física. La descalificación, la crítica, que te hieran, que te nieguen y se rían de ti, va en contra de la integridad de la mujer”, añade Isnelia Robles.

Un gran porcentaje de las mujeres niega su situación o justifica la conducta de su agresor, aferrándose a un amor inexistente, o bien por cuestiones económicas. “El histórico para las mujeres es siniestro. Todavía hay indiferencia de las mismas mujeres, pero hay una esperanza gracias a todas esas luchas que han emprendido grupos de personas en todo el mundo para acabar con ese flagelo, incluidos hombres conscientes de esta tragedia”, puntualiza la trabajadora social de la UPB. 

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