A las canchas, el relato de un futbolista sonoro 

Disponible en:Medellín13 oct. 2023

Agencia de Noticias UPB. Medellín. En la apuesta por generar espacios de diversidad, se promovieron en el ecocampus actividades donde la protagonista fue la inclusión y la oportunidad de construir una identidad desde las distintas realidades. Desde Bienestar Institucional y la línea de Capacidades diversas y Formación para el aprendizaje se propuso un taller en lengua de señas, allí todos los participantes crearon una seña única que los identifica y les permitiría comunicarse con personas sordas. Simultáneo, en las canchas del bloque 7, empezaron a darse los primeros toques entre los jugadores de un partido de fútbol un tanto inusual.   

Entre los jugadores estaba Cristian Querubín, uno de los más jóvenes. Llegó a Medellín con 18 años, oriundo de la Región de Urabá, de Apartadó exactamente. Mientras hablaba, no solo contaba de su vida en torno al fútbol. Tiene otras motivaciones por las que ha sido reconocido, es trovador y libretista, su nombre artístico es ’Guacuco’ y con solo un paseo por los buscadores y se le encuentra siendo galardonado en sus competencias.  

Él, con los apoyos auditivos de su celular (para personas con discapacidad visual) va dejando rastro de su camino, y no es para menos, la trova y el fútbol le han dado su identidad. “En la trova estoy desde los once años más o menos, en el mundo de la improvisación desde los ocho porque inicié con el freestyle y ya descubrí la faceta de libretista desde los 16 años”, afirmó.  

Una vez listo, alertado por el sonido del balón se puso en posición y dio inicio a su calentamiento. El balón no es como cualquiera, por dentro tiene unas cámaras con unos cascabeles que emiten sonido, permite conducir, ubicar y rematar al arco, es similar al balón del fútbol sala, también un poco más pesado ya que la esencia del este fútbol es a ras de piso. Es que este, claramente, no sería un partido de fútbol cualquiera, es fútbol adaptado.  

 
jugadores

Cristian hace parte de la selección INDER del fútbol adaptado, llegó con su equipo a la UPB por una invitación a hacer parte de las actividades realizadas en el marco de la celebración del día de la amistad y la inclusión en la institución. La articulación de saberes promovidos en estas actividades busca que la comunidad universitaria los vivencie, se apropie y pueda conectarlos con realidades fuera del campus.  El deporte ha sido un motivante para dar muchos pasos importantes en su vida, comentó Cristian. Esto ha significado no solamente la autonomía para llegar solo a los entrenamientos, sino también para viajar, para vivir su cotidianidad, movilizándose más allá de los kilómetros que lo vieron crecer en Apartadó.  

Cuando llegó a vivir a Medellín, se instaló en el Barrio Santa Rita, inició su proceso en el fútbol y su primo o su mamá lo acompañaba a entrenar “¡esto puede no seguir siendo así! Llegará el día en que diré ¡me voy! y no les voy a decir que me lleven, o vamos, o si quiera despedirme”, fue el reto que se puso, ir sólo a entrenar. “Lo hice, puedo andar solo, gracias, Dios. Solo viajo, no sólo por Medellín, sino por muchas partes de país”.  

 
Balón_Fútbol_Adaptado

A medida que iban llegando a la cancha los otros jugadores, se iban poniendo su indumentaria; uniforme, medias, guayos y unas máscaras como vendas en los ojos, que no parecían tener sentido, la situación es que hay que garantizar que todos los jugadores tengan la misma condición visual. Según la clasificación funcional de la Federación Internacional de Deportes para Ciegos, todos deben ser B1, una de las tres categorías de la clasificación funcional en el reglamento del fútbol para ciegos. 

B1: corresponde a ceguera total, los jugadores deben usar unas máscaras o unos parches clínicos que garantice que los ocho que van a jugar el partido estén en ceguera total. Es decir, que ninguno de los participantes que estén en el campo de juego, le saque ventaja al otro. B2 indica que ve el objeto con una distancia inferior a un metro, es decir, que debe posicionarlo muy cerca y, B3, señala que su capacidad visual es de hasta tres metros, posterior a esta distancia no ven nada.  

Aunque mi mamá no aceptaba el tema de la movilidad ya se fue dando a la idea, y bueno, lo aceptó. La decisión no fue solamente por el tema del fútbol, también por mi vida no solo hoy sino a un futuro, que se empieza construir desde el presente. Yo sé muy bien que mi mamá no va a durar toda la vida, que las persona que me asisten no va a durar toda la vida, entonces, yo creo uno de los mayores regalos que me he dado es ser autosuficiente; no solo me movilizo, también cocino y muchas otras cosas”, afirmó Cristian.

Se jugaba el partido, Cristian, Edwin Naranjo, Sergio, Jaime, Edwin Linero, Sebastián Quinto (guía vidente), Wilder (arquero vidente) escuchaban las indicaciones de Sergio Giraldo, director técnico. Los dos tiempos que se juegan, de quince minutos cada uno, se detienen solamente si el balón abandona la cancha o si se comete una falta, mientras el balón está rodando el tiempo sigue contando. Las risas y las mofas entre ellos siempre estaban presente, parecía irónica la manera en la que se burlaban de la ceguera.  

Giraldo habla de manera apasionada de sus muchachos, de lo mucho que se esmeran por llegar a la cancha, en ejecutar un entrenamiento, en volver a sus casas, parece su mayor fan. “Son personas que no tienen límite alguno y demuestran que lo que nos proponemos, lo podemos alcanzar. Salen de una práctica de entrenamiento, raspados, aporreados y manejan la misma buena actitud con la que llegaron. Son personas que no se quejan por nada, viven el día a día lleno de alegría a pesar de los obstáculos, nos demuestran la superación y cómo salir a delante, eso es una motivación personal para mí querer dar lo mejor para ellos ya que ellos brindan los mejor para el equipo y para la selección que representan”.  

Terminó el partido y no quedaba forma de quejarse por nada, sólo de pensar en las veces en que se hace y las razones “La constancia, la disciplina y, sobre todo, el amor por lo que se hace. No solo en el fútbol sino en cualquier situación de la vida hay que ser constantes y sobre todo tener paciencia cuando algo se hace por pasión”, concluyó Cristian. Para muchos fue el primer partido de fútbol que pudieron ver con jugadores invidentes, para los jugadores su día a día, aun así, la apuesta sigue siendo la misma, poner en el mapa las realidades que, sin importar las condiciones, se conectan con lo que te mueve y apasiona.

 

Por: Lisseth Ortiz Palacio - Agencia de Noticias UPB.    

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