El amor desde la perspectiva de la neurociencia
Agencia de Noticias UPB - Medellín. En un mundo donde las relaciones humanas se tejen con una complejidad que desafía la lógica, la neurociencia se adentra en el fascinante territorio del enamoramiento. Desde los misteriosos mecanismos cerebrales hasta los químicos secretos detrás de la atracción, esta exploración ofrece una visión única de lo que sucede en nuestro cerebro cuando nos enamoramos.
La neurociencia es una disciplina multidisciplinaria que se adentra en el estudio del sistema nervioso, desde el cerebro hasta los nervios periféricos, para comprender cómo funciona y cómo influye en la conducta, emociones y pensamientos. Esta ciencia combina la biología, la psicología y otras disciplinas para desentrañar los misterios del cerebro y el sistema nervioso, ofreciendo perspicacias cruciales sobre el funcionamiento de la mente humana y su relación con el cuerpo.
Contrario a la creencia popular de que el amor se origina en el corazón, la neurociencia revela que es el cerebro el protagonista. El proceso comienza con el enamoramiento, que desencadena una serie de reacciones químicas y neuronales.
Pero, ¿cuándo hablamos de amor y cómo se diferencia del enamoramiento? Existe el amor y el enamoramiento a primera vista, el enamoramiento tiende a basarse en la atracción hacia lo similar y el amor a las diferencias. La antropóloga Helen Fisher habla de tres tipos de amor y el enamoramiento corresponde a una de ellas, habla de una etapa de enamoramiento, apego y dependencia.
Cuatro estructuras cerebrales clave participan en el enamoramiento: el núcleo accumbens, libera dopamina y se relaciona con el placer; la ínsula, se activa desde el momento cero y prepara al cuerpo para situaciones; hipocampo, actúa como una antena repetidora de información para consolidar recuerdos; y la amígdala, es la alerta del cerebro que nos permite ver qué está disponible y qué no.
Al mismo tiempo que se activan estas áreas, se activan otras áreas que no son tan buenas, otros neurotransmisores, uno de ellos es la vasopresina, encargada de producir los celos. Evolutivamente el hombre tuvo la tarea de cuidar el territorio, lo que lo hace más fuerte en vasopresina.
Sin embargo, las mujeres tienen algo que se llama el patrón de histocompatibilidad mayor, lo que quiere decir que es la mujer quien elige al hombre. En tan solo 123 milisegundos, la mujer puede determinar si un hombre puede ser una pareja para largo plazo o no, a través del olor biológico del hombre.
El amor es un fenómeno que trasciende las mentes y se convierte en una parte fundamental de lo que significa ser humano y aunque sigue un misterio en muchos aspectos, la investigación en neurociencia ha brindado valiosos conocimientos sobre por qué sucede el enamoramiento y cómo las experiencias amorosas moldean la vida.
Por: Manuela Álvarez Penagos - Agencia de Noticias UPB.
